domingo, 27 de mayo de 2012

PRIMERA HISTORIA :P

Capítulo primero:     

Cuando por fin cierro los ojos y el sueño me invade, cuando su negrura me atrae hacia una gran paz, entonces…
-Pi-pi-pi-pi-pi-pi-pi-pi-pi-pi-pi...
El estridente y horroroso ruido de mi despertador me despierta. Lo apago de un manotazo, bueno más bien lo tiro de la mesilla, como de costumbre.
Lentamente me desperezo, retiro las sábanas de mi alrededor y me levanto adormilada ¡de pronto recuerdo que día es hoy! Instintivamente me vuelvo a meter en la cama, intentando no hacer ruido, pero, como esperaba unas pisadas se acercan y alguien abre la puerta de mi habitación.
-Buenos días, cielo- mi madre me saluda desde la puerta -Espero que no se te haya olvidado qué día es hoy.
-Buffffffffff- resoplo- ¿Cómo iba a olvidarme?
-Bueno, como parecía que te volvías a la cama-ladea la cabeza- Vístete rápido y baja a desayunar, que si no vamos a llegar tarde.
Miro a mi madre flipando, ¿llegar tarde?, ¿con mi padre? Ella ignora mi expresión y cierra la puerta.
Apoyo la cabeza en la almohada, exasperada, ¿es que no podrían olvidarse ya de todo y dejar mi vida en paz? Y, ¿por qué tiene que hacer tanto ruido el puñetero despertador?
Levanto la cabeza para mirar la hora, pero recuerdo que he tirado el despertador al suelo. Me siento tentada a no levantarme, a llegar tarde, pero entonces comprendo que eso solo significaría otra regañina más y menos oportunidades de ver a mis amigas en navidades.
Me levanto sin ganas, y empiezo a vestirme. Cuando acabo, termino de meter las cosas en la maleta y me dispongo a salir de mi habitación, de pronto mi móvil suena. Lo cojo y veo que es un mensaje de Carmen, mi mejor amiga:

" tiaaa te vamos a echarr mazo de menos!!! :(( "

Sonrío y entonces decido que, aunque esté prohibido, voy a llevarme mi portátil. Escucho para ver si hay alguien en el pasillo, me agacho y saco el portátil de debajo de la cama. Abro la maleta y lo introduzco cuidadosamente en un pequeño bolsillo de esta. Cierro la maleta, abro la puerta, salgo de mi habitación y me dirijo hacia las escaleras.
Me cuesta un poco bajar la maleta, pero cuando por fin la bajo, recuerdo que me he olvidado el neceser arriba, en el baño. Dejo la maleta pegada al borde de la escalera y subo corriendo las escaleras.
Guardo el neceser en la maleta y la dejo al lado de la puerta. Entro en la cocina y veo a toda mi familia desayunando. Otra vez soy la última, aunque eso hoy no me importa.
Cojo un bol, los cereales y me siento.
Nadie dice nada en todo el desayuno, cosa que no me sorprende teniendo en cuenta que hoy es el día en que van a enviarme a un internado.


Por Clara